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Herme tiene unos sesenta años, es bajita y rechoncha, con el pelo negro y una melena corta. Ella es limpiadora en un local en el que se reúne mucha gente, es un sitio para jugar a juegos y entretenerse. Allí surgen muchas emociones y lloran, lloran de pena, de risa, de rabia, de enfado, y entonces ahí llega Herme con su cubo y su fregona para limpiar las lágrimas que caen al suelo para que no se inunde el local. Ella entra con seriedad y en silencio, hace su trabajo y se va. Mientras ella se va, las personas allí presentes le dan las gracias por haber limpiado sus lágrimas.
FIN
La persona más necesaria del local.
ResponderEliminarPues sí.
EliminarTodos necesitamos a Herme
EliminarSí. Gracias por comentar.
EliminarBuen relato, tienes mi voto.
ResponderEliminarUna hermosa metáfora de la vida. Todos necesitamos una Herme que se apiade de nuestras miserias.
ResponderEliminarCierto, gracias por tu comentario.
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